“Los abogados, como el pan, son mejores cuando jóvenes y nuevos. Y los médicos, como el vino, cuando viejos”
Lo primero que tienes que saber es que en España hay algo más de 161.200 abogados.
No te desanimes con la cifra por creer que vas a tener mucha competencia por una buena razón.
Tú joven amigo, tienes algo que muchos de esos abogados han perdido hace mucho tiempo:
PASIÓN, FUERZA Y JUVENTUD
Para que te hagas una idea más precisa: en nuestro país hay 1 abogado por cada 300 habitantes. La media de edad de los abogados es de: 47 años y muchos de ellos están muy “quemados”.
En Japón ejerce 1 abogado por cada 10.000 ciudadanos y en USA, 1 por cada 75.
Una vez “cuantificada” la profesión, lo primero que es fundamental que conozcas es que es que ser abogado exige tener carácter fuerte.
Es lo que algunos denominamos contar con espíritu de lucha. Es decir, ser capaz de hacer frente a las dificultades con la valentía de decirnos sí, cuando todo alrededor dice no. Tan simple como no rendirse cuando van mal dadas, seguir “peleando” y no decaerse.
Simple es decirlo, pero nada sencillo de hacer.
Ser abogado hoy en día requiere más que nunca vocación.
Pero ojo, no todo es luchar por luchar.
El buen abogado es el que goza de ese espíritu con actitud PREVENTIVA y bondadosa actitud, en el sentido de los denominados «hombres buenos».
Es decir, con voluntad de evitar el mal o peligro que pueda derivarse de esa lucha.
Por eso, joven abogado tu primera misión será siempre, evitar el pleito.
La razón es obvia: los pleitos son inciertos y peligrosos.
Acabar buscando a toda costa resolver una controversia en un juicio es la prueba de un fracaso previo: el de la negociación.
Los pleitos son el fracaso de la negociación como la guerra es la derrota de la diplomacia para evitarla.
Cuando acaban las palabras comienzan los “golpes” y esos, te aseguro amigo mío es siempre mejor, evitarlos.
Lo primero que debes saber es que ser un abogado eficaz no consiste en pleitear o acudir siempre a los juzgados y ganar juicios.
Es precisamente todo lo contrario.
Por fortuna, hay iniciativas para potenciar los arreglos extrajudiciales en vía civil y mercantil.
Recuerda:
El mejor abogado es el que evita los pleitos y soluciona conflictos sin pleitear
La sociedad necesita mucha mediación para lograr conciliación, siendo el arbitraje una opción de resolución de conflictos que debe potenciarse mucho más.
Sólo el desarrollo de una cultura de la conciliación como alternativa para la resolución de conflictos, podrá acabar con el actual colapso judicial.
La misión es casi heroica: evitar sufrimiento y ahorrar tiempo y dinero a las personas implicadas en los conflictos en los que intervendrás como abogado.
Los juicios son complicados, la justicia es lenta y los pleitos cuestan dinero
Siempre hay que pagar y si pierdes, a tu cliente le costará mucho más porque deberá asumir las costas judiciales del contrario.
La competitividad es grande porque hoy en día Internet es el mayor bufete del mundo.
Google hace que mucha gente crean ser abogados y médicos.
Todo el mundo con acceso a Internet lo consulta y muchos creen que a través de él pueden saberlo todo.
La parte positiva de Internet es que es un océano de información. Si sabes buscar la que hay de calidad, accederás a auténticas joyas.
PRIMERAS DECISIONES BÁSICAS AL EMPEZAR A “SURFEAR”
La primera gran decisión que debes tomar es:
- Voy a ser un paralegal o un legal advisor : asesor, consultor u otra actividad jurídica de que no necesita realizar juicios.
Si te decides por el ejercicio de la abogacía ante los tribunales, lo siguiente que tienes que escoger es la rama del Derecho a la que te vas a dedicar:
- Derecho Civil: es una de las ramas más importantes del Derecho, aunque lo ideal es especializarse en un ámbito concreto: Derecho de Familia, Derecho de Sucesiones; Obligaciones y Contratos, Derecho de Seguros, etc.
- Derecho Penal: centrado en defender o acusar los derechos de investigados o perjudicados por delitos.
- Derecho Laboral: muy demandado por particulares y empresas
- Derecho Contencioso-Administrativo: para todo lo relacionados con las relaciones con la Administración Pública, con especializaciones como el Derecho de Extranjería, etc.
Hay otras, pero esas son las troncales que se corresponden con las 4 jurisdicciones.
Ojo, no puedes dedicarte a todas porque quien abarca mucho poco aprieta. Es decir, no hará nada lo suficiente bien.
Como mucho dedícate a un par y dentro de ellas, busca especializarte en un ámbito:
Ej.: CIVIL/Familia y PENAL/Violencia de Genero.
OTRA DECISIÓN IMPORTANTE
- Vas a ejercer por tu cuenta como abogado individual con dedicación y esfuerzo individual, o
- Te vas a asociar con alguien para compartir gastos y ayudaros en el ejercicio, generando sinergias. De los 90.000 despachos existentes en España, el 90% están conformados por tres o menos socios.
El modelo que yo planteo se identifica con el abogado individual humanista y digitalizado (yo lo denomino un “ADIAR”: Abogado digital artesano).
La profesión de abogado ha cambiado y mucho en los últimos 10 años.
Los abogados del siglo XX son como dinosaurios. Tienen una sola opción: o se adaptan a los nuevos tiempos o terminarán extinguiéndose…
Sólo sobrevivirán, no los más fuertes o los más inteligentes, sino los que demuestren mayor capacidad de adaptación al cambio. (Charles Darwin)
Toca decidir.
Y quizá te estés preguntando ¿por qué lo de abogado humanista?
Sencillo. Yo te lo explico.
A mi modo de ver necesitamos más ética en el ejercicio del Derecho.
Con mayor ética podremos lograr más justicia.
Por tanto, en mi modelo te hablo del abogado individual, sencillo, accesible, sensible, empático y que “acompañe” al cliente y cobre honorarios asumibles, con destreza en el uso de la tecnología y alejado de la visión mercantilista del Derecho.
El abogado humanista ayuda a comprender –y expresar– conceptos abstractos como la justicia, la pobreza, el sufrimiento, el racismo, la desigualdad o el abuso.
Tiene una concepción menos técnica y más crítica, moral, empática e imaginativa de la profesión y de la práctica del Derecho.
La satisfacción la obtiene siendo capaz de explorar nuevos caminos en el ejercicio de la profesión y no tanto, obteniendo grandes resultados económicos.
En su estructura es lo que se corresponde con el perfil de lo que algunos denominan boutique jurídica o despacho unipersonal.
Un modelo en el que sí o sí, con nuevos modelos de negocio y competidores hay que apostar por la especialización.
En definitiva, una nueva forma de ejercer la abogacía con base en la visión que los jóvenes tenéis de los nuevos tiempos, del mundo y de un sector legal anclado en el siglo XX que no ha sabido adaptarse.
SIGUIENTE CONSEJO
Una vez optas por la toga, es decir por ejercer como abogado de tribunales, tu mentalidad debe mimetizarse con el medio.
Recuerda que eres joven y vienes del relajado mundo académico, salvo en época de exámenes.
Pues bien, en los juzgados el examen es continuo y por eso, tienes que estar dispuesto a aceptar un determinado nivel de estrés, estar preparado para el “combate” tener reflejos, ser rápido y muy agudo.
Capaz de adaptarte bien al medio y ser un estratega.
Siempre alerta.
Recuerda que el ejercicio y los pleitos son como una “guerra”.
Normalmente uno pierde y otro, gana.
A veces incluso nadie gana porque todos pierden.
Como estudiante vienes de un concepto idílico de la Justicia.
Lo siento, no es como creías.
Una cosa es la Justicia como virtud divina y otra, la justicia que imparten los hombres.
Recuerda esto:
“Una cosa es tener razón; otra tener derecho; otra saber pedirlo y otra, que te lo den”
Para vencer hay que tener razón, pero para eso hay que saber pedirla
Los ideales son bonitos pero los clientes pagan para que su razón triunfe en el Juzgado. Y entre medias, hay un proceso con muchas fases y trabajo para conseguirlo: el que tú tienes que hacer y hacerlo bien.
Prepárate pues para superar la desconexión entre el ideal-esfuerzo y la realidad del mundo real y la respuesta judicial.
En los pleitos como decía el insigne juez Michele Taruffo, «no se habla aquí de Verdad Absoluta, dado que la verdad con las iniciales mayúsculas ha quedado patrimonio exclusivo de algunas metafísicas y religiones integristas, sino simplemente de la verdad que puede ser descubierta en el mundo incierto y frágil de las cosas humanas.”(«Verdad negociada», 2008).
Así es. La verdad material y la verdad formal no siempre coinciden y por eso, no gana siempre el que más razón tiene o el que mejor lo hace.
Lo siento, pero es así. Tienes que saberlo desde el principio. No puedo engañarte.
Al saberlo de antemano no te decepcionaras tanto y eso, con el tiempo te ayudará a ser mejor abogado.
Desmitificarás el Derecho, la profesión y a los jueces.
El Derecho no es una ciencia exacta y aunque busca Justicia, no siempre termina impartiéndola.
Pero si te gusta el Derecho y tienes ánimo de lucha, vas a aprender del alma humana tanto como los médicos saben del cuerpo físico.
Te lo garantizo.
6 PAUTAS BÁSICAS QUE DEBES SABER
1.- FÓRMULA: (C + H) x A
(CONOCIMIENTOS + HABILIDADES) x ACTITUD)
Esta es la fórmula del éxito de Victor Küppers
El conocimiento y las habilidades, suman.
La ACTITUD, multiplica.
Por ello necesitas como algo fundamental:
ILUSIÓN, MOTIVACIÓN y CURIOSIDAD
Tienes que ser un abogado prudente, pero a la vez, audaz.
Tener un sexto sentido con los clientes: saber si es cliente para ti y si tú, eres abogado para él.
Escuchar mucho a todo el mundo (al cliente, al contrario, al juez) y, sobre todo, saber hacerlo.
Por supuesto también tienes que saber escribir y hablar.
Pero siempre antes, escuchar.
2.- ORGANIZACIÓN, FORMACIÓN Y LABOR PROFESIONAL
Tendrás que ser organizado con tu trabajo y con tu agenda para manejar bien la información y a tus clientes.
Deberás estar al día y conocer las novedades legislativas y la jurisprudencia de tu ámbito.
Tienes que formarte y practicar: la experiencia es la madre de la ciencia y fuente principal de conocimiento.
El ejercicio del Derecho es un equilibrio entre intuición y pensamiento.
Los pleitos son como partidas de ajedrez: debes conocer las mejores jugadas e intuir y anticipar los movimientos del contrario.
El Derecho es cambiante (leyes, jurisprudencia). Por eso debes estar siempre al día. Desactualizado no sirves para nada.
¡ACTUALÍZATE, SIEMPRE!
Thomas Jefferson, que fue Presidente de los Estados Unidos, dijo:
“Un abogado sin libros sería como un obrero sin herramientas”
Warren Buffet, que lleva años dominando las rentabilidades financieras desde su famoso fondo Berkshire Hathaway, pontificó en una reunión de estudiantes de la Universidad de Nebraska-Lincoln celebrada el pasado 19 de diciembre sobre la importancia de las humanidades. Cuando le preguntaron qué consejo daría a los jóvenes que querían triunfar en el actual y competitivo entorno digital, sorprendió a la audiencia al responder que lo que veía más necesario y urgente era que leyesen mucho y que perfeccionaran sus habilidades comunicativas. «Tenéis que ser capaces de escribir y hablar bien. Tenéis simplemente que llenar vuestras cabezas. Es un momento maravilloso en la vida para que todos los días terminen sabiendo muchas cosas que no sabías el día anterior «. No lo dice un profesor de filosofía, ni un pensador aislado en la montaña, lo afirma la quintaesencia del financiero sagaz, seguido por millones de personas como oráculo de Omaha. «No hay nada mejor que leer. Tenéis que desarrollar una mente inquisitiva”. Aquí queda dicho, amén. O sea, nunca se olvide del arma más poderosa, el libro, cargada siempre de futuro. Lea y se encontrará mejor preparado para navegar en las aguas azarosas del océano digital que ya inundó, para siempre, nuestras playas doradas y luminosas de antaño. Pero no miremos atrás, porque el futuro siempre estará para habitarlo. Pero con un libro, mejor. Y no lo digo yo, lo dice Buffet, el genio que siempre acertó en sus apuestas a largo plazo. |
3.- NUEVAS TECNOLOGÍAS: TICS.
Es tu ventaja competitiva fundamental frente a tus colegas abogados del siglo XX.
El Derecho es información y estamos en la era de las tecnologías de la información.
Si la sabes usar adecuadamente tu ventaja competitiva, avanzarás rápido porque ahorrarás el valor más precioso: el tiempo.
Todas las profesiones van a requerir competencias digitales, sin embargo, destacan las profesiones en las que se interactúa de forma directa con usuarios y clientes. La de abogado lo hace constantemente.
El Mindset Digital, un mundo digital y conectado tiene como características la colaboración y la cooperación, la apertura de mente en las personas, la gratitud, el aprecio y la confianza.
Las personas con mentalidad de crecimiento disfrutan aprovechando todas las oportunidades para mejorar y aprender cosas nuevas.
Así tienes que ser tú.
Alguien con habilidades para el siglo XXI
4.- REDACCIÓN PERSUASIVA Y CALIDAD EN LA EXPRESIÓN
Escribe de manera concisa, persuasiva y eficaz.
El lenguaje en Derecho es importantísimo. Recuerda siempre que es tu instrumento para demostrar la razón que quieres que te den.
Con razón, pero con mal lenguaje, lo siento, pero estarás perdido.
Para escribir textos jurídicos con éxito tienes un grandísimo aliado: el método PERAN como uno de mis servicios estrella en esta mentoría.
CLARIDAD, CONCISIÓN, PRECISIÓN, PERSUASIÓN:
EFICACIA PARA GANAR
Y respecto a hablar tendrás que ser capaz de hacerlo sin mirar un papel si quieres convencer más.
5.- SABER RELACIONARSE Y RODEARSE DE BUENOS COLABORADORES
Apoyarse en un buen compañero o mentor es una muy buena decisión y una gran ventaja.
2 abogados mejor que 1.
4 ojos ven más que 2.
Del contraste nace la luz.
Practicar el Networking: redes sociales, webs y aplicaciones; asistir a conferencias, actos, cursos, congresos… para que te nutras social y técnicamente.
Abogado individual pero no aislado.
Para eso están las redes sociales donde hay infinidad de información sobre charlas, ponencias, cursos y congresos.
6.- HABILIDADES: INTELIGENCIA EMOCIONAL CON EL CLIENTE, EL CONTRARIO Y EL JUEZ
Recuerda que necesitas:
- Humildad y sencillez: la soberbia se paga y es un obstáculo para el aprendizaje.
- Empatía: comprender al cliente, al abogado contrario y al juez. Por eso es fundamental siempre escuchar.
- Paciencia: saber esperar con la mejor actitud.
- Creatividad: practicar el “pensamiento lateral”, crítico y analítico, ese que pocos ejercen y que consiste en indagar con visión más amplia y diferente buscando la utilidad.
- Capacidad de negociar: para evitar el pleito y llegar a acuerdos.
- No te tomes nada personal, pero sin deshumanizarte.
Recuerda eres un “médico del alma” y tu misión es curar el dolor que el conflicto causa a tu cliente. Para eso debes ser humano: escuchar mucho y bien para entender el fundamento del problema. Pero tomando distancia. Para que el conflicto no te afecte y pierdas objetividad.
- Deja que los asuntos maduren, se maceren. No hay que precipitarse nunca con soluciones rápidas.
- Repiensa bien los escritos antes de presentarlos y, sobre todo, revísalos, revísalos, revísalos.
- Aplica visión estratégica (lo que vas a hacer) y prepara bien tu táctica (cómo lo vas a hacer).
- Destierra la procrastinación: los peores abogados son los que dejan siempre todo para el último día de plazo.
- Y la prisa, que es la madre de los errores, destiérrala.
Si conduces por una carretera. ¿Qué es lo que haces para llegar a destino? ¿Aceleras a todo gas y te despreocupas del itinerario a seguir, o buscas en el mapa, planificas la ruta y luego emprendes el viaje?
Si ir más deprisa no te garantiza que llegues antes, trabajar más no significa que estés trabajando mejor.
Hay un libro que, como emprendedor, no te puedes perder.
Se llama: «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen Covey
Te lo recomiendo. Es muy valioso.
Uno de los hábitos más importantes según su autor es: Primero lo primero.
Y lo primero es lo importante, porque eso te evitará tener que estar siempre en la urgencia.
De verdad que no es muy difícil. A veces es sólo cuestión de que te lo propongas.
Se por experiencia que el trabajo del emprendedor se presta mucho a la urgencia. El objetivo de ese hábito es abandonar lo urgente para dedicarse a lo importante.
La gestión de tu actividad profesional para que resulte eficaz debes hacerla siempre desde lo importante.
Cuanto más te dediques a lo importante menos cosas se convertirán en urgentes.
Si estás dedicando más recursos y energía a lo urgente que a lo importante, terminarás sin hacer nada relevante.
Vivimos en un mundo en el que todo es para antes de ayer.
Mentira.
La experiencia demuestra que una gran parte de las cosas pueden esperar más de los que creemos. La prueba está en que muchas veces, esperan.
Algunos piensan que hay situaciones diferentes. Por ejemplo, te dicen que los clientes no pueden esperar.
Falso. En la mayoría de las ocasiones todo puede esperar un poco.
Lo que te quiero decir es que lo urgente no te absorba: la única manera de no estar siempre en lo urgente es dedicar tiempo a lo importante.
Se trata de pensar con estrategia y para eso estás aquí.
- Reputación profesional: nútrela y cultívala. A veces las guerras se ganan por influencia.
- Aprende a perder: los jueces aplican la ley y dictan sentencias sobre una verdad procesal probada. Hacer justicia es otra cosa. A veces coincide y otras no, porque el Derecho no es una ciencia exacta.
Oliver Wendell Holmes Jr. Juez del Tribunal Supremo de los EEUU dijo en una ocasión:
“Esta es una corte de leyes, no una corte de justicia”.
Los jueces no hacen justicia: aplican la Ley
El Derecho es un pronóstico razonado y razonable.
Esa es tu principal labor como abogado: tendrás que realizarle a tu cliente una estimación razonada en Derecho de lo que puede ocurrir si vais a pleito.
Las sentencias en su mayoría tienden a ser bienintencionadas y razonadas.
Pero debes saber que existen también patologías: sentencias infumables e incomprensibles hasta para los abogados. Ahora imagínate explicándoselas a tu cliente, lego en Derecho.
El propósito de la ciencia jurídica es contribuir al ideal de justicia, sabiendo que es solo eso: un ideal.
Y recuerda que tu trabajo tiene un alto contenido ético.
A la par recibirás respeto social cuando ganes una causa justa.
La alegría de ver triunfar una pretensión te aseguro que es una gran satisfacción pues se recibe como un gran regalo.
Recuerda: ilusión, curiosidad, disciplina y… suerte.
Pero no suerte de la que se espera. Hay que saber buscarla.
¡Vamos adelante!
Yo estoy contigo.